Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2011

En el infierno se juega sucio

Imagen
Extendió la crema por su piel mientras la acariciaba lentamente. Resplandecía como si el sol la hubiera arrullado sutilmente, tersa y suave como un melocotón, sin imperfecciones la envidia y el deseo de cualquiera. Sonrió con malicia contemplando su cuerpo lozano, perfecto y pensó, no estaba mal para, ¿como la había llamado?, ah si: “ Torpe vejestorio, beata, antiestética para su compañía ”. Cuando “el jefe” rechazó impúdicamente su oferta plantó en ella el germen de la venganza que para variar, esta vez la tomaría en frío. Estudió el departamento comercial detenidamente y descubrió que la rivalidad en ventas era lo cotidiano. Sus vendedores no mantenían contacto fluido entre ellos, la base de datos de los clientes se guardaban en grandes archivadores obsoletos, sin informatizar debido al calor existente en aquellas oficinas, un auténtico horno. Una delicia para los allí asignados, un auténtico problema para el desarrollo. Le fue muy fácil estafarlos, uno tras otros cayeron

Bicicleta, cuchara, manzana

Imagen
Para ellos que aún estando , ya se han ido. Al levantar la vista se topó nuevamente con esos ojos, no había conseguido darle esquinazo, ahí estaba nuevamente esa mujer, la había vuelto a encontrar.  Descubrir su reflejo en el escaparate le produjo un escalofrío que le recorrió la espalda y petrificó su cuerpo prisionero de un miedo aterrador que la anclaba a aquella acera. Desde que la habían capturado, no recordaba cuando, todo era confuso; no sabía el tiempo transcurrido ni donde la había llevado, se encontraba perdida y no entendía nada de lo que sucedía a su alrededor.  Sus captores la torturaban con letanías de palabras sin sentido y pastillas. Eran gente sin rostro salvo ella, esa mujer con ojos marchitos y mirada vacía que se presentaba a diario en su habitación, la controlaba  en cada movimiento, la espiaba, lo  sabía. La había podido ver reflejada en la ventana o  en cada espejo al que miraba, siempre de reojo, no de frente tenía miedo a tropezarse con sus ojos. 

Enajenación culera.

Imagen
¡Cuidado spoiler a  mogollón! No hice caso a las señales de advertencia, no se que me paso, no entiendo como no las vi. Ese cartel era una clara señal de peligro, aún así la  ignoré y al contemplarlo caí bajo su influjo.  Penetre en la oscura sala, era como si una fuerza invisible me atrapara tomando el control de mi voluntad y me guiara hasta aquella butaca si oponer resistencia.  Ante mi una pantalla de 10x20 y 118 minutos.  No luche por despertar de aquel trance en el que me hallaba, ni opuse resistencia, estaba cautiva.  Los primeros minutos incluso disfruté de sus intensos ojos azules mientras despertaba amnésico en pleno desierto y se enfundaba en un traje de vaquero con sombreo incluido que, aunque prestado de un cadáver, se ajustaba a la perfección a su musculoso cuerpo y lo transformaba de un agente al servicio de su majestad en un cowboy aleación entre Clint Eastwood y Steve McQueen, ¡agitados no revueltos, claro! No presté atención ni si quiera cuando Indiana Jo

Va por ti Freddie

Imagen
Mis recuerdos siempre han tenido melodía, una banda sonora que cuando suena me transporta a un momento importante de mi vida. Muchos de ellos fueron amenizados por ti y por ello estoy en deuda contigo.  Confieso que nunca fui tu grupy, ni tan siquiera una fan enloquecida. No coleccione fotos tuyas, no supe donde habías nacido ni tu verdadero nombre hasta ahora.  No grité en tus conciertos, ni encendí mi Zippo para cantar a coro ‘Samebody to love’, pero vencí mi timidez en las pistas de baile con 'Another One Bites the Dust'.  Cuando me enamoré escuche más de cien veces 'Who Wants To Live Forever’, fui reina con tu magia y grite uniendo mi voz a la tuya cuando te subiste a los tacones y dijiste ‘Quiero ser libre’. Cada vez que gané con el equipo coreamos  como una piña 'We Are The Champions' y el año pasado lo canté junto a millones de españoles.   Mi madre quedó ahíta de tu ‘Bohemian Rhapsodia’ hasta que la hice escuchar ‘Mama’, su ingles no