Cuernos de cristal
¡Como que los has roto! ¿Que le has hecho, o dicho? ¿Como ha sido? ¡No me lo puedo creer hacerme esto a mi, precisamente ahora! un día antes de la reunión. Pero si en cuanto descubrí que me los habías puesto fui de los más condescendiente, incluso te di las instrucciones adecuadas para conservarlos. Mira que te lo dije: ¡trátalos con esmero!. Solo tenías que mimar, halagar consentir, no era tan difícil hombre... ¡Pero tu, tu!... No si esto tenía que pasar, lo supe en cuanto me enteré porque desde el principio lo hiciste mal, es que ¿no encontraste un material más resistente?. Yo que se, algo así como marfil, una buena aleación de aluminio, o mejor aún, algún compuesto nuevo tipo Nitruro Bórico de Wurtzita o lonsdaleíta, seguro que con ellos esto no hubiera pasado. Pero tu nada, a por lo más frágil, así no me han durado ni un asalto, no he tenido tiempo ni de presumir. Yo que aspiraba a tener unos como los de Micaela, esos si que tienen clase, oro de 24 quila